Hoy en día, cualquier empresa que desee mantener una ventaja competitiva debe centrarse en la mejora continua o kaizen.

La mejora continua o kaizen es una estrategia a largo plazo para mejorar la empresa, procesos y formas de trabajar para impulsar una mayor productividad y rentabilidad. Se trata de algo más que simplemente encontrar una solución para un solo problema. Se trata de un impulso y compromiso continuos para mejorar el rendimiento.

En este post, te explicaré por qué debería ser un un objetivo para una fábrica, cuáles son los beneficios y por dónde empezar.

mejora continua

Empieza la mejora continua ahora

Aunque la mejora continua no es un concepto nuevo, hoy en día existe más presión que nunca para que las empresas mejoren su rendimiento en su proceso de producción.

La globalización significa que la competencia está creciendo cada vez más y tu empresa no es la única que vende un determinado producto, lo que supone que no sólo hay que preocuparse por la competencia local, sino también por la competencia extranjera.

Actualmente, la industria está avanzando cada vez más y las fábricas tienden a automatizar los procesos, por lo que su calidad y productividad crecer a un menor coste y tienes que ser capaz de adaptarte.

La personalización en masa es una tendencia creciente, y se necesita ser capaz de responder a más personas que desean versiones diferentes del mismo producto. Independientemente de lo simple o complejo que sea el producto, la personalización masiva a nivel de masa es difícil. Las fábricas se ven obligadas a explorar nuevas estrategias operativas para producir productos altamente personalizados.

Además, los clientes son cada vez más exigentes. Necesitas satisfacer sus demandas y si no lo haces tú, puedes estar seguro de que al menos uno de tus competidores lo hará.

La gente quiere productos al instante.

La demanda de entrega en el mismo día es real, con la demanda de minoristas online como Amazon respondiendo a estas expectativas. Estas expectativas ya están fluyendo en el mundo de las empresas, y los clientes de las empresas exigen una entrega más rápida para satisfacer las demandas de sus propios clientes.

Cómo puede beneficiarte de la mejora continua

Al crear una cultura de mejora continua, donde todos en el negocio están comprometidos a mejorar la productividad y la eficiencia de los procesos, aprovechas el conocimiento y la experiencia de los equipos de producción.

Conocen mejor los procesos, lo que funciona bien y lo que no.

A través de ellos es probable que tengas acceso a soluciones sencillas, que ni siquiera sabías que tenías. El resultado será una mejor calidad de los productos y mayores niveles de productividad.

El efecto multiplicador de esto es una mayor satisfacción del cliente.

Serás capaz de producir mejor un producto en concordancia con el cliente. Recibirá un producto de alta calidad que cumpla con sus requisitos específicos, cuando lo deseen. La implicación a largo plazo es que tus clientes querrán comprarle de nuevo, y le recomendarán a otros.

Luego está el impacto que tendrá en sus empleados la mejora de la productividad, la calidad de los productos y la satisfacción del cliente.

Sentirse valorado es un factor clave para la satisfacción en el trabajo, y una gran manera de hacer que las personas se sientan valoradas es alentar sus aportes e ideas.

Construyendo una cultura de mejora continua, verá un empuje a su moral y un aumento en la motivación.

Por dónde empezar con una cultura de mejora continua

Una iniciativa de mejora continua requiere las herramientas adecuadas para alcanzar el éxito y mantenerlo en marcha. Puedes consultar en el enlace cómo implantar la mejora continua en una empresa con más detalle.

El primer paso para mejorar la calidad del producto y los procesos es establecer lo que hay que hacer. ¿Dónde están las debilidades? ¿Dónde se puede mejorar?

Lean manufacturing y Six Sigma pueden proporcionar a la fábrica la oportunidad de utilizar una amplia gama de herramientas para identificar y solucionar problemas y mejorar el rendimiento.

Se hace hincapié en la erradicación de los problemas más que en su gestión, la ruptura del ciclo de problemas recurrentes y la liberación de recursos para centrarse en las actividades de gestión proactiva.

Capacita a la fuerza de trabajo al proporcionar un conducto en el cual los problemas pueden ser capturados y resueltos por los equipos, y una oportunidad para mejorar la capacidad de resolución de problemas de los empleados.

El hecho es que tu empresa no puede permitirse el lujo de no mejorar continuamente. Si no te estás moviendo hacia adelante, te estás quedando atrás.

Las compañías que no practican la mejora continua quedarán finalmente fuera del mercado por otra que encuentre maneras de hacerlo mejor que sus competidores.

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